El fútbol no podemos entenderlo si no comenzamos dando nuestros primeros pases y marcando nuestros primeros goles en la calle o en el patio del colegio. Los juegos de fútbol callejero son algo completamente mágico que nos acompaña desde bien pequeños y pensar en ellos directamente nos transporta a nuestra infancia. En este artículo repasamos algunos de los juegos callejeros más relevantes:
La Alemana o El Culet
Una portería, un portero y varios jugadores: el objetivo es marcar gol siempre precedido de un pase del compañero y golpeando el balón en el aire. El que tira la pelota fuera se coloca de portero, de ahí nació la famosa frase 'palo salva'. El eliminado se sitúa en la línea de meta y se usa como 'diana'. Juego claramente no apto para 'Mikasazos'.
El Rondo
Los jugadores normalmente se colocan en forma de círculo y un defensa ubicado en el centro intenta robarles el balón. Un caño o un túnel te 'da una vida' y desata los olés de todos tus compañeros.
Unos Palos
Juego de precisión en el que se pierden pocas calorías pero que produce gran satisfacción cuando escuchas el sonido del palo, larguero o escuadra. El objetivo es que la pelota impacte en cualquiera de estos tres lugares para así ganar a tu oponente. Juego apto para días solitarios donde nadie se anima a salir. Hay diferentes puntuaciones en función de si toca el palo, el larguero o la escuadra, siendo esta última la más valiosa.
Que No Caiga
Varios jugadores, generalmente más de dos, se pasan el balón por el aire con la única finalidad de que la pelota nunca toque el suelo. Se puede utilizar cualquier parte del cuerpo excepto las manos.
Un Rápido
Velocidad y técnica. En este juego el portero va rotando, si marcas gol el guardameta sigue en su posición, pero si fallas te toca correr hacia la portería. Aquí las vaselinas están a la orden del día y jugadores como Totti o Raúl serían sin duda unos expertos en la materia.
Pared o Paredón
Los jugadores, siguiendo siempre un mismo orden, golpean el balón contra una pared, normalmente hacia una zona delimitada de forma imaginaria. El balón hay que golpearlo al primer toque y sin que salga de una zona que también suele ser imaginaria. Este juego es altamente recomendable si necesitas descargar cualquier tipo de ira.
De Portería a Portería o Campo a Campo
Dos porterías y dos jugadores, muy sencillo. Cada jugador se coloca en su portería y el objetivo es marcar gol. Se puede disparar desde cualquier lugar pero no se puede traspasar la línea del centro del campo.
Una Pachanga
El partido clásico de toda la vida, el típico que aunque vaya 10-0 gana el último que marca gol. A veces, si hay muchos equipos dispuestos a jugar se puede hacer un 'rey de la pista', el equipo que gana sigue en pie. No es necesario ni una portería, basta con dos piedras o dos chaquetas de chándal.
Un Mundialito o Limi
Una portería, un portero y varios jugadores: el portero lanza el balón de espaldas y los jugadores tienen que marcar gol. Los que marcan se van clasificando hasta que quedan dos para un 1 vs 1. A veces los jugadores solían 'pedirse' una selección, la cual iban a representar con orgullo durante unos minutos.
Estos son algunos de los juegos más míticos que los futboleros han podido disfrutar durante su infancia y nos han hecho sudar horas y horas hasta que caía la noche o tu familia te llamaba para ir a cenar. Los nombres de los juegos anteriormente mencionados suelen variar en función de la localización en la que te hayas criado, algo que los hace aún más especiales.