La mayoría nos hemos criado en la calle jugando al fútbol en el patio del colegio, en los campos de tierra, o en cualquier lugar donde poder usar dos chaquetas o dos piedras como portería. Todas estas memorias, probablemente están protagonizadas por un niño cuyo balón tenía unos triángulos negros, 'el Mikasa'. El balón del fútbol de calle, de barrio y de barro. El Mikasa es uno de los balones más icónicos y ha traspasado varias generaciones, su rasgo distintivo era su dureza, lo era casi tanto como Jaap Stam o incluso más, pero... ¿por qué nos hacía tanto daño?
La empresa que ahora centra sus fuerzas en producir pelotas de voleibol o balonmano, creó un balón extremadamente resistente con un cuero especial patentado por la marca. Su secreto está en el interior, y es el devanado de nailon. Este material le aporta esa dureza tan característica. En su interior, el balón cuenta con varias capas de devanado de nailon enrolladas en diferentes direcciones, de esta forma se consigue una superficie externa fuerte y muy duradera. Esta maraña de fibras de nailon protegen la cámara y evitan cualquier tipo de pinchazo o deformación.
Además, su exterior de cuero no tiene ningún tipo de almohadillas, algo que también favorece la longevidad del balón más duro de nuestro sistema solar. Para quienes han jugado con él, saben que había que disponer de una especial valentía para decidir ser portero, colocarse en una barrera o incluso para rematar de cabeza. Forjó a miles de jóvenes que se llevaron tatuajes gratis en casi todas las zonas del cuerpo.
Hay muchas historias alrededor de este balón, pero estamos seguros de que todas y cada una de ellas son ciertas. Cuando lo veías caer del cielo no había lugar seguro, parecía un meteorito en llamas atravesando la atmósfera. Cuentan que en algunos asedios medievales se lanzaban balones Mikasa con las catapultas, técnica probablemente infalible. También hay quienes defienden que en las bodegas del Titanic, aquella fatídica noche estaban jugando al paredón con un Mikasa. Lo que está claro y cristalino es que todos hemos disfrutado de un balón que nos unió y nos dejó muchos recuerdos, algunos de ellos inolvidables.
'El Mikasa': Nostalgia para muchos, dolor para todos.