Hay ideas que revolucionan el devenir de la historia. Incluso simples gestos que alteran el rumbo para bien de la sociedad y sus normas establecidas. En 1984, una joven bajo el seudónimo de Nettie J. Honeyball colocó en el periódico The Daily Graphic un anuncio que llamaba a mujeres que deseasen jugar al fútbol y al mismo tiempo hacerlo en un club. Nada le haría presagiar a la joven Nettie que aquello conllevaría algo tan grande. A aquel anuncio respondieron 30 mujeres. En una época en la que el fútbol era practicado en su totalidad por hombres, la idea de Honeyball trataba de elevar la figura de mujer en el fútbol a algo más que a rituales folclóricos.
El camino de Nettie comenzó a tomar forma. Era una mujer de fuertes convicciones y no tardó en contactar con John William Julian -el primer jugador en haber jugado en Arsenal y Tottenham- para convencerle y ser el entrenador de las jóvenes. Aceptó con gusto. Se convirtió en el entrenador y dos veces por semana reunía al equipo en un parque para entrenar. Con la llegada del entrenador faltaba construir la cúpula de lo que estaba por edificar. Hacía falta un presidente, en este caso, una presidenta.
El cargo acabó en manos de Lady Florence Dixie, una periodista muy involucrada con el feminismo, que luchó siempre por el espíritu del juego con corazón y alma. Lo que acabó siendo el lema del club fue la primera condición que impuso para la toma del club. Además, uno de sus ideales y objetivos fue de hacer del fútbol femenino algo popular.
El club logró disputar su primer partido el 23 de marzo de 1895. Se jugó en Londres, concretamente en Crouch End. Ambos conjuntos se enfrentaron en un duelo donde se representaba al norte y al sur de la ciudad. No había rivales así que el equipo se dividió. El equipo azul capitaneado por Nettie ganó por 7-1.
Si bien la recepción por parte de la FIFA fue positiva, lo cierto es que por parte de la sociedad fue algo más tardío. Se comentó desde la indumentaria hasta lo que decían que era ‘’poca habilidad’’ por parte del público. Pese a las poco fundamentadas criticas, al partido asistieron 10000 espectadores. No hablar de la acogida que tuvo por parte de la prensa, que apenas alabaron, solo destruyeron en sus opiniones lo que había sido el partido, incluso algunos medios dijeron que esperaban que fuese el último partido del British Ladies FC. El machismo extendido en la prensa no frenó las ambiciones del club, que terminó haciendo una gira por Inglaterra. De hecho, varios partidos fueron con fines benéficos. Tras finalizar esta gira benéfica, las jugadoras retomaron sus vidas. No si antes ver cómo la FA, en un acto denigrante prohibía el fútbol femenino.
Por suerte, y aunque aún quede mucho camino por recorrer, el fútbol femenino es parte de nuestras vidas y podemos disfrutar del talento de unas deportistas que hacen felices a todo el mundo del deporte con su pasión, calidad y grandeza. Gracias a ellas por engrandecer este deporte a diario y por contribuir a un mundo más igualitario