La temporada 1988 fue un hito agridulce en la historia de la U. D. Las Palmas. El equipo canario se despidió de la Primera División y empezaría una larga travesía que duró 12 años hasta volver a regresar a la máxima categoría del fútbol español. De hecho ese descenso inició una época muy aciaga, llegando a bajar en 1992 a la Segunda División “B”, lo que hizo temer
incluso por su existencia. Uno de los jugadores destacados de esa temporada fue Koke Contreras, un delantero talentoso que dejó huella en la afición.
