La escuadra azzurra comenzó con dudas el Mundial de España 1982, con empates ante Polonia, Perú y Camerún, logrando el pase gracias a marcar un gol más que los africanos. Sin embargo, en la segunda fase despertó, y superó a Argentina primero y finalmente a Brasil, que venía desplegando un brillante fútbol. Y todo gracias a que se encontró con el despertar de Paolo Rossi. El delantero italiano llegó al Mundial a última hora, tras dos años sin jugar, una convocatoria que levantó mucha polémica por su falta de forma. Sin embargo, ante Brasil, explotó, y su hat-trick permitió la machada italiana. Terminaría como máximo goleador del Mundial.
